martes, 5 de agosto de 2014

El Mal y sombra

Hasta que el asta de la deshonra
no me atraviese,
seguiré forjando mi oscura sombra,
pues soy ese,
que susurra palabras prohibidas
en oídos fértiles,
que conoce pecados antiguos
y blasfemias olvidadas.

Soy quien sabe que,
lo que creéis vivir alegremente,
solo un juego es,
de un ser omnipotente.

A quien no se ha de nombrar
ni para bien, ni para mal.
Al que si empiezas a vislumbrar,
es mejor que acabes muerto,
pues si el en ti fija su mirada
tu vida que es parte de su juego cruento
sera sucesión de macabro tormento.

Entiende entonces por que forjo yo mi alma,
con oscura coraza de inquina, malicia y rabia,
pues a ciencia cierta comprendo
que el destino de cada alma
es solo alimentar el ego
de ese ser que creémos, es amor puro y pleno
y que realmente es un monstruo caprichoso
que no entiende de sentimiento
solo se ama a si mismo
y disfruta con el dolor ajeno.






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